UN ESPACIO PARA LA REFLEXIÓN
Escrito por Fabiana Elisabet Ponce
Psicopedagoga clínica y Mediadora
(el ingreso al Jardín Maternal)
El ingreso de un niño al Jardín maternal implica un proceso de elaboración emocional del desprendimiento entre los padres y su hijo/a.
Un universo nuevo se abre para el bebé o el niño donde recibirá nuevas sensaciones y estímulos, rodeado de otras personas con la que establecerá vínculos esta vez fuera de su tan conocido círculo familiar.
Entonces será necesario repensar el proceso de ingreso incluyéndonos en él todos los actores, poniendo cada uno nuestra verdad acerca de lo que nos moviliza esta situación. “Decir la verdad, toda la verdad del corazón es hacernos cargo de lo propio y liberar al bebé, es ayudarlo a la lenta separación emocional indispensable para que pueda crecer y constituir su propio yo.”[1]
Las mamás con los niños pequeños están fusionados en la emoción, es decir que todo lo que la mamá siente, a su vez el bebé lo siente como propio. Esta fusión es total durante los primeros años de vida. Los bebés y los niños pequeños están en condiciones de comprender, de organizar su entendimiento si saben DE QUE SE TRATA y lo saben cuando su MAMÄ puede NOMBRAR lo que le pasa.
Decir la verdad al bebé es conectarse primero con esta situación ambivalente:”necesito o quiero trabajar pero también me angustia dejarlo en el jardín al cuidado de otra persona”. “Quiero irme pero me pone mal dejarte”. RECONOCER lo que me pasa y COMUNICAR lo que me pasa, es darle la posibilidad al bebé de comprender y separarse de lo que ME pasa.
La mamá es quién favoreciendo la construcción de las envolturas y los ritmos, enseña al bebé a incorporar lo nuevo, a estar relajado, a separarse temporalmente de sus figuras de referencia sin tensiones, a confiar.
Es necesario que las mamás aprendamos a superar los celos que a veces nos invaden cuando nuestros niños pasan tanto tiempo con otros y sumándonos a un proceso de acompañamiento mutuo ayudando a decodificar a este niño que es UNO. En ocasiones vivimos una situación de importancia variable que tenemos la posibilidad de comprender, contener y ayudar a resolver.
La docente del jardín necesita que la ayudes a decodificar que le está pasando mostrando las costumbres, los valores, la forma de resolver y actuar frente a lo cotidiano y simple, y lo no tan simple como una fiebre o una dificultad. Necesita saber acerca de la realidad de la familia que es la que lo protege, alimenta, y sostiene (ese es su rol indelegable), ellas pondrán en juego su formación y especial dedicación para la tarea conjunta, para acompañarlos, ayudándolos a crecer.
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